lunes, 9 de diciembre de 2013

Hay momentos en la vida en los que una sola decisión, en solo un instante, cambia irremediablemente el rumbo de las cosas...
Cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo, cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea...
Esa décima de segundo podrá hacer girar todo, al lado oscuro o inundarlo de luz, podrá hacer de ti un héroe o un criminal, podrá llevarte al cielo o al infierno.
Pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.

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